• Acude desde la zona rural a los talleres y cursos del programa “Imparables Mujeres que Transforman”

• Alcanzan sus sueños más mujeres imparables con la 2ª edición del programa, cuya convocatoria cierra el 31 de enero.

Desde el poblado San José de la Vinata, a la ciudad de Durango, llegaba Jaqueline Castrellón, una soñadora que formó parte de la primera generación del programa de Toño Ochoa “Imparables Mujeres que Transforman”.

Tras cursos, capacitaciones, apoyo financiero y mucha entereza, se convirtió en una emprendedora que logró su sueño de ganar su propio dinero y demostrar a personas como su marido que “la mujer no sólo debe estar al servicio del esposo y los hijos”.

“Somos del rancho”, dice al relatar las barreras que superó, llevándola a ser más imparable por romper con ideas establecidas; por ello, agradeció a Toño Ochoa “este noble programa del Instituto Municipal de la Mujer, porque nos capacitó en muchos aspectos, además de las becas, la bolsa de trabajo y el crédito”.

Jaqueline, de 40 años, estaba decidida a triunfar y lo logró: tiene su propio negocio. “Compré una vitrina, un mostrador y una freidora, y ofrezco miel de maguey y cajeta de membrillo”, platicó contenta. Además, formó una red de apoyo con otras imparables, que como ella, descubrieron de lo que son capaces.

Como Jaqueline, más duranguenses podrán lograr sus sueños al formar parte de la segunda generación del programa, que cierra su convocatoria este 31 de enero.